miércoles, 28 de septiembre de 2011

Handbook of Sustainable Energy

Esto es un poco de autopromoción: acaba de publicarse este libro donde Renato tiene un capitulo y yo otro (y también Ignacio, y muchos otros conocidos). No recomiendo comprarlo individualmente dado el precio, como siempre en estos casos abusivo. Pero si recomendar su compra a la biblioteca, porque seguro que es muy interesante.




Efectos energéticos del cambio de hora

A partir de ahora voy a empezar a escribir entradas algo más largas en el blog de Economics for Energy, en principio semanales. La primera es un resumen del proyecto de Iván Feito sobre los efectos energéticos del cambio de hora.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Potencial eólico global

Una evaluación del potencial eólico global, de Carlos de Castro, que concluye que sólo se podría obtener un 6% de la demanda energética global con esta fuente de energía. La evaluación parece razonable, así que espero que el consumo de energía se haya estimado sin tener en cuenta posibles medidas de ahorro...porque si no, una de nuestras grandes esperanzas para las renovables se quedaría en casi nada.

Pequeños gestos para ahorrar energía

Un post que da mucho que pensar, de Clemente en Ecolab.

Solyndra y la evolución de la fotovoltaica

Los que sigan la prensa estadounidense estarán ya hartos de oír hablar del "escándalo" Solyndra (que a mi no me parece tal, qué le vamos a hacer...). Pero para los que no, aquí están los dos mejores análisis que he leído sobre el asunto, el del MIT Tech Review y la columna de Joe Nocera (más política).  De hecho, a mí leer esto me ha permitido actualizarme en el campo de la FV, que tenía algo abandonado, y enterarme de que el precio de los paneles ha bajado un 40% en el último año. Si antes ya estimábamos costes de 3.5$/Wp, eso significaría que ya estamos sobre $2/Wp para paneles convencionales, lo cual es impresionante teniendo en cuenta que en 2005-06 seguíamos con 6 $/Wp.

Entrevista con Herman Daly

Los que sigáis la economía ecológica ya sabréis que Daly es uno de sus padres, así que siempre es interesante ver cómo mantiene sus ideas y las sitúa en el contexto actual.

Peak-oil y China

Más sobre peak-oil, esta vez con un análisis interesante en The Oil Drum. Yo creo que son valiosos sobre todo los números de reservas y costes. Algo más cuestionables me parecen las reflexiones sobre lo del precio máximo que puede soportar una economía. Ya la semana pasada Mariano Marzo me hablaba de esto como un elemento muy importante, y apuntaba a que, cuando el petróleo llega a un cierto precio, volvemos a la recesión. Yo, con todos los respetos por el maestro Marzo, no lo tengo tan claro: primero, no tengo claro qué sentido tiene esta relación: lo del precio de petróleo, ¿es causa o consecuencia? Porque también se podría explicar el efecto del precio en la recesión al revés: cuando baja la demanda por la recesión, bajan también los precios, y cuando nos recuperamos sube el precio. Lo segundo es el precio de referencia en sí: por supuesto, tiene que ser dinámico, y de hecho los análisis del impacto económico del petróleo (ver estas entradas anteriores) muestran una mayor resistencia de las economías (también desarrolladas) a los shocks del petróleo. Así que hacer análisis de si el precio es 100 o 110 tampoco creo que tenga mucho sentido, sobre todo a largo plazo en que hay más flexibilidad para el ajuste.

En todo caso, y relacionado con esto de la demanda como motor de los precios, siempre es recomendable ver qué está haciendo China, como nos cuenta David Ruyet con abundantes datos. Aunque una cosa que no menciona David es la parte dinámica: por una parte se posiciona claramente en el control de la oferta, pero por otra también hace muchos esfuerzos por reducir su demanda, algo que claramente le interesa.

Energía 3.0

Nueva entrega de Greenpeace sobre modelos energéticos sostenibles. Como en ocasiones anteriores, realizado por Xavi García Casals, lo que siempre le da en mi opinión valor y rigor suficientes como para evaluarlos cuidadosamente. Eso sí, este todavía no me lo he leído, así que me reservo los posibles comentarios hasta entonces.

jueves, 22 de septiembre de 2011

El negocio de las editoriales académicas

Ya al principio de este blog toqué el tema de la publicación académica, pero ahora George Monbiot sí que machaca a las editoriales con este análisis provocador pero bien informado. Otra cosa es cómo buscar la solución, con un sistema que tiene a los investigadores cautivos por los procesos de promoción. Efectivamente, lo ideal sería poder ir a un sistema de publicación abierta, con revisión por pares, que no tenga coste, y que entre dentro de JCR o sistemas de medición similares. Lo malo es que ahora mismo, los medios open-access cuestan una pasta para el que envía el artículo (cosa que me parece igual de robo que lo de las editoriales tradicionales). La única posibilidad razonable sería lo que menciona Monbiot al final, un repositorio institucional gestionado por un ente independiente. Pero yo no creo que deba ser internacional, porque eso complica demasiado la gestión. Creo que con que hubiera repositorios a nivel nacional, gestionados por los propios sistemas nacionales de investigación pública o las academias sería suficiente (por supuesto, con revisores internacionales, claro).

Solar térmica de pizarra

El otro día encontré en Energías Renovables un artículo sobre paneles solares térmicos de pizarra, que tienen muy buena pinta...No tengo ni idea de cuánto cuestan, ni de si su análisis de ciclo de vida es mejor que el de los tradicionales, pero en todo caso parecen más estéticos de integrar. A ver si Clemente en uno de sus artículos en EcoLab nos da más información :).

Colapso energético y peak-oil

David Ruyet ha puesto punto (espero que seguido) a su estupenda serie sobre el colapso energético con un resumen integrador. Una serie más pesimista que optimista, así que quizá está bien complementar su lectura con el artículo reciente de Dan Yergin en el WSJ, que ha generado bastante discusión en la web: Michael Levi resume en su post las contribuciones más interesantes y la suya propia, que posiblemente, junto con este comentario en The Oil Drum, son las más razonables en mi opinión: hay que tener en cuenta no sólo los límites geológicos, sino también los precios y mercados, la innovación y la geopolítica, para poder entender bien qué va a pasar con el suministro energético a futuro. Y desgraciadamente los pesimistas (malthusianos, en el fondo) se olvidan de mercados e innovación; mientras que los cornucopianos se olvidan de todo lo que no sea el mercado. Así que, como siempre, posiblemente la verdad esté en el punto medio.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

La propuesta de Directiva europea de eficiencia energética

Klaas ya comentó en Junio, cuando salió, algunos elementos de la nueva propuesta de Directiva europea de eficiencia energética. Pero aprovechando que hoy la Plataforma Tecnológica Española de Eficiencia Energética ha organizado junto con la AEEE un workshop para discutir sus características, os paso mis transparencias sobre el asunto. El resumen: creo que aunque es una iniciativa muy bienvenida, tiene dos problemas principales:
- primero, que no sé si llegará con buena salud al final del proceso: tiene muchos elementos controvertidos, que posiblemente se descafeinen por el camino, y entonces servirá para poco. No sé si ha sido el enfoque acertado desde el principio.
- segundo, que no habla para nada de precios de la energía y de financiación, para mí los dos temas críticos de la eficiencia. Es cierto que entre las razones pueden estar los problemas competenciales y de necesidad de mayorías de la comisión. Pero sin estas patas, puede no servir para nada.
Los otros asuntos, en mi presentación.

Los chanchullos del reciclaje

Como siempre en esto de la regulación ambiental, una cosa es la teoría, otra la práctica, y otra más lo que se hace en España. Esta historia sobre lo que está pasando con el reciclaje de electrodomésticos es para echarse a llorar. Y lo malo es que no es la única.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Debate Clima-Energía en EEUU

Esta columna de Thomas L. Friedman parece contener todos los elementos de lo que se propone como un debate muy caliente bajo cada aspecto.
Un punto es de resaltar.
Los climate change deniers parecen haber encontrado su foco politico en el candidato G.O.P. Rick Perry justo en el momento en el cuál más es evidente como está cambiando el clima, y justo en el estado de Texas. Esta situación paradójica explica muy bien como la mala información sola es suficiente para cambiar como la opinion publica pueda relacionar o no los efectos visibles (sequía, calor extremos) y las causas (comportamento humanos intensivos en carbon). No solo esto, sino que parece que la mala información pueda modificar la percepción de los mismo efectos (como el calor extremo).

Por otro lado, Obama parece no tener los instrumentos correctos (y la fuerza politica) para poder empezar una politica de largo plazo y así incentivar el cambio tecnologico hacía una greener economy. Mientras políticas WIN-WIN (más sostenibilidad, más empleo, más riqueza) necesitan un esfuerzo inicial y una cohesión amplia y trasversal, políticas "parches" basada en ayudas y regulación llevan a incertidumbre y fracaso, perdidas para la sociedad (en el conjunto) y un impacto negativo en la opinion publica.

La base y la plataforma desde la cual empezar el debate energetico tendría que ser comunes y soportadas por la evidencia del cambio climatico y de la necesidad de hacer algo (esta plataforma común ya existe y es el protocolo de Kyoto) y las medidas con las cuales soportar esto tendrían que ser el centro del debate.

martes, 13 de septiembre de 2011

Política energética exterior de la UE

Parece que por fin hay una propuesta relativamente concreta para reforzar la política energética exterior de la Unión Europea, proveniente de la Comisión. Habrá que ver si se concreta pues, en cuanto la crisis pase definitivamente y los nuevos gigantes mundiales vuelvan a tirar de la demanda como previsiblemente harán, si los europeos no conseguimos hablar con una sola voz lo tendremos complicado...

La política energética de Rubalcaba

Seguramente como consecuencia de mi post anterior :), ya empiezan a publicarse las intenciones electorales de los partidos en temas de energía, aquí está la de Rubalcaba en El País (ver capítulo de Energía). Suelta alguna perla curiosa, como que el déficit de tarifa lo paga el Estado (no, lo pagamos los consumidores), pero el mensaje explícito no es radical, y de hecho en lo que insiste es en analizar bien las cosas e informar, lo que siempre es bueno. Otra cosa es que leas entre líneas y lo interpretes como los de Energía Diario, claro...Me temo que este no me va a hacer mucho caso...

sábado, 10 de septiembre de 2011

Mis deseos para el próximo curso político

El otro día Xavier hablaba sobre la vuelta al curso de Economics for Energy, y eso me recuerda que también puede ser interesante hablar sobre la vuelta al curso político-energético, o más bien, sobre el comienzo del nuevo curso que nos espera tras el 20-N. Ahora que todos los partidos están elaborando sus programas electorales, y aunque todavía no estamos en Navidad, no me resisto a escribir mi personal carta a los Reyes Magos y plantear los temas que yo creo que deberían atacarse desde el gobierno de cara a lograr un modelo energético más sostenible. Aviso, este es un post bien largo, que la cosa da para mucho.

A ver si hay suerte y en alguna cosa coincidimos los políticos y yo…aunque me temo que será difícil. Aunque creo que una estrategia energética sostenible debería ser fundamentalmente multipartidista, y consensuada por todos, tal como ya he pedido en alguna ocasión, en este país seguimos empeñados en meter la ideología en un campo no necesariamente favorable para ella. Pero, ¿por qué si eres del PSOE tienes que ser antinuclear o si eres del PP no puedes creerte el cambio climático? Entiendo que pueda haber discrepancias en cuanto a los métodos, unos se supone que favorecerán más los instrumentos de mercado y otros la planificación, por ejemplo, pero los objetivos deberían ser los mismos, ¿no? Una energía que aporte más valor, más respetuosa con el medio ambiente; y accesible por todos. Entonces, ¿por qué no hay manera de ponerse de acuerdo?

Vale, reconozco que esto no es exclusivo de España, también en EEUU tienen los mismos problemas (véase este post reciente de Megan McArdle). Pero también allí son perfectamente conscientes de que el largo plazo asociado a las inversiones y decisiones energéticas hace imperativo que estén basadas en el consenso (un ejemplo algo antiguo ya es la National Commission on Energy Policy, y otro más reciente es esta propuesta de Joe Aldy en el marco del Hamilton Project).

Pero bueno, después de esta semi-disgresión vuelvo a lo mío: ¿qué me gustaría que hiciera el nuevo Gobierno en materia de política energética/ambiental?.

En primer lugar, que ponga de una vez los precios en su sitio: eso supone olvidarse de las tarifas subvencionadas, del déficit de tarifa, etc. Por supuesto, nada de prometer en los programas electorales que no va a subir la luz y tonterías parecidas. Algunos dirán: pero es que entonces nuestras empresas, que ya lo están pasando mal, serán menos competitivas; y nuestros ciudadanos/votantes nos montarán un follón, como siempre que subimos la luz. Y además, ya está bien de que las eléctricas se forren. Vamos por partes.

Lo de la competitividad: en primer lugar, habrá que distinguir entre empresas intensivas en energía y no intensivas. Para las segundas, las claves de la competitividad están en la tecnología, el coste de la mano de obra, etc. La energía pinta muy poco en su balance. Para las primeras, pues sí, ponerles un precio real para la energía que consumen puede hacerles daño. Pero entonces planteo dos cuestiones: primero, si estas empresas pagaran por la energía lo que vale, a lo mejor serían más eficientes, y eso les permitiría ser más competitivas: generalmente, cuando te suben el precio de la energía terminas pagando menos en total, porque consigues reducir el consumo. ¿No tendría sentido animarles a ser más eficientes? Segundo, dentro de que siempre queda bien decir que queremos empresas competitivas, ¿cuál es nuestra principal razón?¿Que crean empleo? Si una empresa es muy intensiva en energía quiere decir que, de sus costes totales, una gran parte va para energía. Eso quiere decir que la parte que va para pagar mano de obra no es tan grande. Así que, por propia definición del término, una empresa intensiva en energía no es muy generadora de empleo. ¿Entonces, cuáles son las empresas que nos interesa promover, las intensivas en energía o las que no lo son?

Lo del follón de la subida de la luz: como ya hemos dicho muchas veces, esto es bastante irracional. ¿Por qué siempre es titular de periódicos la subida de la electricidad y en cambio no pasa nada (o bastante menos) cuando sube el gas natural o la gasolina? Si en los presupuestos familiares el gasto en gasolina o gas natural siempre es mayor que en electricidad…A lo mejor es porque la oposición está acostumbrada a usar esto como arma política fácil. Pero esto sería una gran oportunidad para ese consenso multipartidista del que hablaba antes. Es cierto que puede haber consumidores vulnerables que pueden sufrir más si se suben los precios, pero por ejemplo para eso ya tenemos el bono social.

Para terminar: lo de que las eléctricas se forran. Esta es una cuestión de mucho más calado, que tiene que ver con la organización del mercado eléctrico, y con el posible poder de mercado que tienen algunas empresas. Pero esto no se arregla manteniendo los precios artificialmente bajos (de hecho, con el déficit de tarifa las empresas siguen ganando lo mismo, somos los consumidores los que tendremos que pagar en los años siguientes), sino corrigiendo los problemas del mercado: estableciendo medidas estructurales para eliminar este poder de mercado (ya el Libro Blanco proponía unas cuantas, no necesariamente bien interpretadas por el Gobierno en las medidas finalmente implantadas).

Segunda medida, en la misma línea de la anterior: además de permitir que los precios reflejen todos los costes monetarios, también deberían incorporar los costes ambientales. Eso supone básicamente hablar de impuestos: sobre el CO2, sobre el SO2 o NOx, etc. Los sectores industriales ya pagan por el CO2 vía sistema europeo de comercio de emisiones (quizá menos de lo que deberían, pero eso es otro tema), pero no lo hacen así ni el sector residencial (sí que paga por el CO2 de la electricidad, pero no por el del gas o petróleo) ni el del transporte. Y resulta que estos dos sectores son los que realmente consumen la mayor parte de la energía en España. Así que parece fundamental establecer impuestos o medidas similares sobre estos sectores, para que los consumidores los incorporen en sus decisiones y reduzcan su consumo como corresponde. Igual con el SO2, el NOx, u otros impactos ambientales significativos del consumo de energía. Y por favor, que esto no se confunda con los tristemente famosos impuestos ambientales autonómicos.

De nuevo, ¿cuál es el problema de esto? Pues que a nadie le gusta pagar más impuestos, claro. Pero es que no hace falta hacerlo: si establecemos estos nuevos impuestos en el marco de una reforma fiscal verde podemos seguir pagando los mismos impuestos totales, pero reduciendo los impuestos sobre el trabajo (cotizaciones sociales), por ejemplo, para incentivarlo más (algo bastante deseable en especialmente en estos tiempos de alto desempleo).

Con estas dos medidas ya conseguiríamos un primer paso hacia el modelo energético sostenible, y es que paguemos por la energía lo que realmente vale, es decir, que produzcamos la energía que más valor añadido aporta. El problema es que no todo es el precio: hay más problemas que hacen que los precios no sean totalmente efectivos para reducir el consumo, o para incentivar el desarrollo tecnológico necesario. Por eso, aunque les duela a algunos puristas, es impepinable implantar también medidas de apoyo a la eficiencia energética o al desarrollo de las energías renovables, y también políticas de comunicación, formación y educación. Eso sí, tienen que ser medidas inteligentes. En el campo de la eficiencia hay que limitar al máximo el efecto rebote y el free-riding, y eso supone evitar al máximo los subsidios y utilizar los estándares de forma inteligente. De hecho, hay medidas como la provisión de información que son muy baratas y muy efectivas. En renovables, la cuestión es medir bien cuánto se puede lograr con medidas demand-pull como las primas, y cuánto con apoyo a la I+D. Hasta ahora el peso ha estado puesto en lo primero, y quizá hay que cargar más en lo segundo, es decir, en las políticas directas de apoyo a la innovación. Y también puede interesar repensar los sistemas de apoyo y estudiar alternativas que podrían ser más eficientes, como las subastas. Finalmente, ya está bien de meter a todas las renovables en el mismo saco: cada una tiene sus problemas, sus curvas de aprendizaje, y sus necesidades, y necesitamos objetivos y políticas/instrumentos/medidas distintas para cada una de ellas.

Como veis, al final sólo he propuesto tres medidas que se pueden reducir en dos: que los precios de la energía recojan los costes, y que se incentive el ahorro energético y las energías renovables de forma inteligente. Sólo me faltaría una coletilla: estas políticas deben ser de largo plazo, y por tanto nos hace falta un marco institucional sólido e independiente, que dé estabilidad regulatoria independientemente del baile político. Por eso, el que exista por ejemplo una Comisión Nacional de la Energía (llámese como se quiera) independiente políticamente(y no elegida por reparto entre los partidos) y muy cualificada técnicamente (como por ejemplo mi amigo Tomás Gómez San Román), que tenga la responsabilidad de vigilar que los precios recogen los costes (incluidos los ambientales) y diseñar y vigilar las políticas de eficiencia y renovables quizá sería el elemento que me falta para hacer coherente el modelo.

Yo creo que si hacemos esto bien habremos dado un gran paso hacia un modelo energético más sostenible. Ahora, lo dicho, a ver si me hacen caso…no apuesto por ello. De hecho, como me pasa últimamente, a lo mejor consigo enfadar a todo el mundo. Pero a lo mejor es que eso es lo que hace falta ;).

PS: No he dicho nada del carbón nacional, pero creo que leyendo lo anterior no hace falta, ¿no? Tampoco, como me recuerda Álvaro, de la nuclear. Ahí me remito a muchos de los posts de este blog sobre el tema, y que no son muy optimistas.