miércoles, 19 de noviembre de 2014

Costes fijos en las tarifas eléctricas

El otro día, cuando hablaba del autoconsumo, decía que la clave está en la estructura de costes de los sistemas eléctricos y de cómo deben repercutirse en la tarifa de forma que den las señales apropiadas.

Desde EEUU, y en un contexto similar, Borenstein también entra en la discusión. El resumen de sus argumentos:
- No hay razones económicas para recuperar los costes del sistema via la parte fija de la tarifa, no hay cost causality en algunos de estos costes.
- Pero recuperarlo vía la parte variable tiene más problemas, entre otros la distorsión que crea en los precios relativos de las fuentes energéticas (realmente, aunque se recupere por la parte fija la distorsión también existe).
- Por lo tanto, lo de los cargos fijos en la tarifa es un mal menor. En todo caso, claramente hay que pensar bien cómo hacerlo, para que el reparto de estos costes fijos sea justo y eficiente.

Como puede verse, no estamos totalmente de acuerdo: él dice que el meter los costes del sistema en la parte fija es un mal menor, yo digo que es la solución eficiente. Pero es cierto que esto sólo afecta a algunos tipos de coste.

Claramente, y ahí coincidimos, los costes que no tienen nada que ver con el funcionamiento del sistema (la moratoria nuclear, las primas a las renovables, etc.) no tienen ninguna forma buena de ser incluidos. Para empezar, y como decía en mi artículo anterior, uno puede cuestionarse si realmente los deben pagar los consumidores eléctricos...En todo caso, ¿cómo recuperarlos?

Una primera idea es pensar bien si hay causalidad o no. Por ejemplo, ¿qué causa el coste de las primas a las renovables? Si es el consumo de energía final, entonces sí tenemos una regla para imputarlo, tal como propone Carlos Batlle. Otra opción es acudir a Ramsey: algunos de estos costes (los que no se pueden imputar razonablemente) se pueden entender como impuestos distorsionantes, y por tanto la idea es que distorsionen lo menos posible, imputando más a los consumidores (tanto eléctricos como no eléctricos) con elasticidades más reducidas. Finalmente, Borenstein (y también Kiesling) van más por la vía de que lo que hace falta es que las distribuidoras generen suficiente ingreso extra como para cubrir los costes fijos (igual que en la generación). Claramente hay que estudiar bien cada caso y cada tipo de coste para ver qué estructura de recuperación es la más adecuada.

En cualquier caso, recordemos que esto no elimina el problema de qué hacer si los clientes se empiezan a desconectar...

PS: Por cierto, más que sorprendente (aunque totalmente en la línea de los académicos americanos) que Borenstein se apunte haber descubierto el sistema marginalista...aunque no lo dice expresamente, tampoco cita en ningún momento el papelito de Ignacio y Claudia en el 97...

PS2: Relacionado con esto y su aplicación al caso español, aquí tenéis una explicación de José Luis Sancha del nuevo sistema de precios regulados en España.

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